Enterarse de que tienes cáncer puede ser atemorizante y abrumador. Debes saber que tus familiares, amigos y equipo de atención médica están aquí para ayudarte en cada paso del camino. ¡Puedes con esto!
El conocimiento es poder
Aprender sobre el cáncer es importante. No solo te ayuda a sentir que tienes más control, sino que también te ayuda a estar menos ansioso sobre lo que te espera.
Pídele a tu proveedor de atención médica que te dé información sobre el cáncer. También puedes leer sobre el tratamiento y la recuperación en fuentes de confianza en línea, como el Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) y la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (American Cancer Society). Entender esta información puede ser duro. Si necesitas ayuda, no tengas miedo de pedírsela a tu proveedor o a un familiar.
Saber detalles del cáncer te ayudará en tus citas. No temas hacer muchas preguntas y tomar nota. Comprende todas las opciones de tratamiento y sus efectos secundarios. Haz preguntas acerca de cómo ciertos tratamientos pueden afectar tu salud a largo plazo, por ejemplo, cómo pueden afectar tu capacidad de tener hijos en el futuro. Tus padres o tu tutor pueden ayudarte a hacer preguntas y tomar decisiones. Pero recuerda que es tu cuerpo. Así que toma todo el control posible durante el proceso.
Aprender acerca de tu equipo de atención médica también es importante. Según el tipo de cáncer, es posible que trabajes con un oncólogo pediátrico (que atiende a niños con cáncer) o con un oncólogo (que atiende a adultos con cáncer). Además, es posible que veas a un cirujano oncológico y un oncólogo radioterapeuta. Además, podrías tener enfermeros profesionales, trabajadores sociales, nutricionistas, especialistas en niños y asistentes de médicos en tu equipo. Conócelos. Comprende el rol de cada persona en el tratamiento. Todo tu equipo está aquí para ayudarte.
Cómo lidiar con los cambios físicos
Lidiar con los efectos secundarios físicos del cáncer y su tratamiento puede ser duro. Puedes experimentar, por ejemplo:
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Caída del cabello
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Fatiga
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Náuseas/vómitos
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Dolor
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Cambios en el peso
Antes de comenzar el tratamiento, pregúntale a tu proveedor qué efectos secundarios a corto y largo plazo puede haber. Tal vez tenga algunas recomendaciones sobre cómo prevenir algunos efectos secundarios. Habla con tu equipo de atención médica acerca de lo que sientes durante el tratamiento. Debes saber qué efectos secundarios informar y cómo ponerte en contacto con tu equipo de atención médica. Pueden darte consejos sobre cómo lidiar con los efectos secundarios. Come lo mejor que puedas durante este período. Si tu proveedor lo aprueba, moverte puede ayudarte a controlar algunos efectos secundarios. Recuerda lo siguiente: Tómalo con calma y no seas demasiado exigente contigo mismo.
Cómo buscar apoyo emocional
Tener cáncer es duro para tu salud física. Pero también lo puede ser para tu salud emocional. Es posible que te sientas preocupado o enojado. Además, es posible que tengas preocupaciones acerca de los cambios en tu cuerpo. Analiza lo que sientes con tu equipo de atención. No te contengas. Es probable que ya hayan escuchado a otras personas hablar sobre emociones similares y pueden ayudarte a sentir que no estás solo. También pueden recomendarte organizaciones desde las que se ofrece ayuda a adolescentes con cáncer. Estos son algunos ejemplos: Ulman Foundation y Teen Cancer America.
Estas son algunas otras sugerencias para encargarte de tu salud mental:
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Habla con un consejero
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Únete a un grupo de apoyo presencial o virtual para conectarte con otros adolescentes que estén en tratamiento contra el cáncer o que lo hayan estado
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Lee libros acerca de adolescentes que han tenido cáncer
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Haz cosas que te alegren
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Pasa tiempo con amigos y familiares
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Lleva un diario
Tener cáncer puede provocar aislamiento. Así que haz lo que puedas para sentirte menos solo. Recuerda lo siguiente: Tu familia, tus amigos y tu equipo de atención médica están aquí para ayudarte con tu salud física y mental.
Cómo organizar tu vida diaria
El cáncer puede arruinar tu vida. Las visitas al hospital y los tratamientos pueden implicar que debas alejarte de la escuela, de tus amigos y de tus actividades. Esto puede ser frustrante. Es posible que te sientas diferente a tus amigos y compañeros, ya que lo que estás atravesando es duro. Mantente lo más cerca de tus amigos que puedas. Cuéntales por lo que estás pasando y cómo pueden ayudarte. Y no olvides divertirte con ellos. Si sientes que estás batallando para estar al día en la escuela, díselo a tus padres o tutor, y a tus maestros. Las tutorías te pueden ayudar.